Hace muchos años que nos ronda la cabeza la siguiente idea: ¿Cómo cuantificar el impacto ecológico y socioeconómico de los Parques Naturales?. ¿Son útiles solo para conservar la naturaleza o también pueden ayudar a mejorar la situación de las personas que viven en ellos?. Para responder a estas preguntas de manera incontestable deberíamos de plantear experimentos imposibles: dos zonas idénticas (o grupos de zonas idénticas) que son sometidas a distintos niveles de protección. Dejamos pasar los años y vemos cómo han cambiado ciertos indicadores socioeconómicos y ecológicos en función del nivel de protección.
No es posible plantear tal experimento desde cero, pero a veces la vida nos ofrece oportunidades interesantes: La inmensa mayoría del territorio protegido de Andalucía pasó a serlo en 1989 gracias a la Ley de creación de la red de espacios protegidos de esta región. Ahí fue donde empezó nuestro experimento. Más de 1.5 millones de hectáreas en una de las regiones más biodiversas de Europa pasaron a estar protegidas: los recursos naturales comenzaron a estar regulados con objeto de fomentar su usos sostenible… Ya en esa época Andalucía contaba con una oficina estadística que recopilaba información sobre distintos indicadores socioeconómicos a escala municipal.
20 años después (2009, se dice pronto) Ricardo pensó que igual podríamos comparar los datos socioeconómicos de ese año con los de 1989. Antonio, Ramón y Ricardo se pusieron manos a la obra y generaron un indicador de bienestar para todos los municipios de Andalucía con datos de 1989 y de 2009. Usamos un índice sintético que agrega datos de más de 20 indicadores individuales (tasa de empleo, vehículos, líneas de teléfono, bibliotecas, hoteles, demografía, etc.). Crearon hasta un paquete de R para calcular el indicador sintético de manera rápida en otros conjuntos de datos. Con los resultados obtenidos para cada municipio, Antonio y Carol plantearon una serie de análisis estadísticos orientados a desvelar diferencias en la tasa de cambio del bienestar entre 1989 y 2009 para los municipios protegidos y no protegidos.
Los resultados de este «experimento» son muy interesantes:
Ha aumentado el bienestar en los municipios de Andalucía entre 1989 y 2009. Esto es evidente cuando uno se pasea por cualquier pueblo de nuestra región. Pero es interesante constatar que los números dan la razón a la realidad… Se observa claramente cómo la mayoría han experimentado una mejoría.
Pero resulta que la mejoría es significativamente mayor en los municipios «afectados» por un parque natural. También es destacable el hecho de que los municipios con una tasa más baja (menor aumento del bienestar entre los dos años) están localizados en la costa, cerca de explotaciones agrarias intensivas (invernaderos) o turismo masivo. Pero esta es otra historia…
Además también observamos que la tasa de cambio del bienestar entre los dos años es independiente del tamaño del espacio protegido. Tampoco parece haber relación entre la tasa de cambio del bienestar y el porcentaje de cada municipio «afectado» por el parque natural.
Estos resultados NO indican una relación causa-efecto. Es decir, no estamos diciendo que la protección provoque un cambio en el bienestar. Decimos (que no es poco) que hay una relación entre la tasa de cambio del bienestar entre los dos años y el grado de protección del territorio. Esto se puede explicar por muchas razones que van desde el éxito de las políticas de conservación llevadas a cabo en Andalucía hasta el impacto positivo de las inversiones de la Unión Europea en esta región económicamente desfavorecida. Con los datos disponibles no podemos saber a ciencia cierta a qué se debe la correlación observada…
Gracias a la experiencia de Regino y al buen hacer de los ya mencionados (Ricardo, Antonio, Ramón y Carol), el servidor dio forma a estos resultados y conseguimos publicarlos en Biological Conservation. Esta publicación se realizó gracias a los trabajos de recopilación de información socioeconómica emprendidas por el Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada.